Epicteto. Disertaciones con Arriano. Libro II. Pasajes XXIII [CITA ESTOICA] [DIA 95]
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Sino que han sido dispuestas como ayudantes y siervas de la capacidad de servirse de las representaciones. Y si preguntas cuál es el valor de cada una, ¿a quién preguntas? ¿Quién te responde? ¿Cómo es posible que alguna otra facultad sea superior a ésta, que incluso se sirve de las demás como ayudantes y ella misma las pone a prueba y las pone de relieve? ¿Cuál de aquéllas sabe quién es ella misma y cuánto vale? ¿Cuál de aquéllas sabe cuándo ha de ser usada y cuándo no? ¿Cuál es la que abre y cierra los ojos y los aparta de donde se debe y los dirige hacia otros objetos? ¿La facultad visual? No, sino la del albedrío. ¿Cuál es la que cierra y abre los oídos? ¿Por medio de cuál son curiosos e inquisitivos o, al revés, inconmovibles al discurso? ¿La facultad auditiva? No es otra sino la del albedrío
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Es un error capital lanzar teorías antes de poseer datos. Por naturaleza uno comienza a alterar los hechos para encajarlos en las teorías, en lugar encajar las teorías con los hechos. Sir Arthur Conan Doyle