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Diario de Ana R
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Como ya te dije, lo estás abordando mal. Buscas solución a tus pensamientos y a sus consecuencias. Pero no muestras interés por la ansiedad y la percibes como componente adicional de tu TOC hipocondríaco que te causa malestar y atenta contra tu salud. Es decir, que para ti, una vida con ansiedad, no es vida. Mientras mantengas este único pensamiento, estás jodida.
¿Cómo eliminarlo o desecharlo? No se puede. Es solo una determinación y es una voluntad interna al mismo tiempo. No existe motivador externo que pueda mantener esto por largo plazo (por eso la recaída en aquellos que lo encuentran en lo externo, llega tarde o temprano).
Es una voluntad férrea. Es como el único escudo que tienes que aguantar entre tus brazos. Como un sentido para la vida, como una misión para la que estas encomendada. No tiene más.
El día que escribas en la puerta de tu casa esto: En esta casa, la ansiedad es más que bienvenida empezará tu verdadero cambio. Bienaventurada seas.
Es un error capital lanzar teorías antes de poseer datos. Por naturaleza uno comienza a alterar los hechos para encajarlos en las teorías, en lugar encajar las teorías con los hechos. Sir Arthur Conan Doyle
Leo, agradezco tus palabras.
No explicas nada que no me hayas repetido varias veces. Pero aquí sigo estancada en el mismo punto.
Puedo fingir que la ansiedad es bienvenida cuando en realidad no lo es. Puedo fingir que me da igual morirme cuando en realidad no me da igual, para nada. Puedo pasarme toda la vida fingiendo, pero la realidad de mi dia a día es que no tolero la ansiedad, me encuentro mal, no quiero morirme y para amenizar esta velada tenemos un poderoso instinto de supervivencia jaleado por el TOC.Entiendo tus postulados, he entendido que la mejor manera de convivir con el TOC es buscar de forma activa la ansiedad. La ansiedad es la clave. He realizado mis ejercicios de forma religiosa, estoy tomando cafeína cuando creía firmemente no poder toleraría,en fin. He invocado la ansiedad, he querido se si mejor amiga. Pero en el fondo me cae fatal, la detesto.
Entonces entra en escena una pandemia mundial. Vamos a morir todos, lo dice la tele las 24 horas del día, y yo me encuentro mal, y todo lo que he aprendido y trabajado ya no importa. Solo importa estae tranquilo, no morir, y ver series graciosas en Netflix.
No sé si voy a morirme de coronavirus, si lo puedo contagiar, si me puedo volver a contagiar o quee un nuevo contagio me lleve a la UCI. No se nada. Me cuesta respirar, me duele el estómago, el cuerpo. No se lo que es real de lo que no. No discierno entre la alarma injusticia y una emergencia vital. En realidad y para ser sinceros no lo he hecho nunca, pero ahora tampoco.
Necesito un algo, una fuerza de voluntad ( ¿donde comprarla?) que venza la pusilaminidad que me caracteriza, que me obligué a hacer las cosas como es debido. Que me diga cuántas veces puedo lavarme las manos o cambiar la mascarilla. Que me diga si puedo comer en un restaurante cerrado ( cuando acabe la cuarentena claro) algo que me diga si puedo medirme la oxigenacion en sangre o consultara médico. En esencia, algo que me ayude en las cosa sencillas de la vida. Porque a mí se me escapan. Vamos, las sencillas las complejas. Soy una completa analfabeta ¿emocional?
La pregunta es , ¿Por dónde empezar? Pongo el cartel de EN ESTA CASA LA ANSIEDAD ES BIENVENIDA. ¿Ya?
Puedo fingir que la ansiedad es bienvenida cuando en realidad no lo es
La pregunta es , ¿Por dónde empezar? Pongo el cartel de EN ESTA CASA LA ANSIEDAD ES BIENVENIDA. ¿Ya?
Soy consciente que en psicología como pseudo-ciencia esto no se digiere demasiado bien. Es un tema muy controvertido. Pero la psicología no es una ciencia médica. No hay casos que resolver porque no hay enfermedades. La psicología es una filosofía más, que trata de aplicar el método científico a su manera, con márgenes de confianza abismales del 50% o más.
Dicho esto, la filosofía es en cierto modo, la «ciencia que estudia la disposición del alma». Y en este caso, si el «alma» no está dispuesta, entonces no hay nada que estudiar.
Por tanto si no estás preparada para iniciar terapia. Simplemente deja pasar la vida hasta que llegue ese día.
¿Cuándo sabrás que estás preparada? Cuando tengas poco o nada que perder, cuando tu vida sea tan infernal que la vida y la muerte se den la mano gustosamente. Quizá nunca llegue ese día. Justo, y solo justo en ese momento, tendrás dos puertas: el suicidio y el cartel de bienvenida. Y elegirás conforme a las circunstancias. Mientras tanto, seguirás jugando a las muñecas con pequeños pinitos que más o menos te servirán para despejar el balón hacia adelante, como yo suelo decir cuando se complican las cosas en mi vida.
Suenan crueles palabras por mi parte, pero esto es un poco lo que hay, desgraciadamente. Soy el primero que estaría bien que hubiera una pastillita mágica de la voluntad. Yo precisamente estoy «estudiando» en estos momentos acerca de dicha pastillita largas horas de lectura al día sobre diversos estudios y autores, pero de momento, no la he encontrado.
Es un error capital lanzar teorías antes de poseer datos. Por naturaleza uno comienza a alterar los hechos para encajarlos en las teorías, en lugar encajar las teorías con los hechos. Sir Arthur Conan Doyle
Hemos adoptado un perrito, en contra de mi deseo. El caso es que todo el tema de las cacas, los pipis, y las babas me supera. Cada vez que lo toco, aunque sea por el lomo, tengo que lavarme las manos y evitó que me lama.
Mi cuestión es, cuántas veces debería lavarme las manos después de interaccionar con la mascota? Cuanto se supone que es «lo normal»?
Hemos adoptado un perrito, en contra de mi deseo. El caso es que todo el tema de las cacas, los pipis, y las babas me supera. Cada vez que lo toco, aunque sea por el lomo, tengo que lavarme las manos y evitó que me lama.
Mi cuestión es, cuántas veces debería lavarme las manos después de interaccionar con la mascota? Cuanto se supone que es «lo normal»?
Hola Ana:
Está pregunta justamente es una compulsión, aprevecha está duda para generarte ansiedad para aguantarla sin la compulsión, que en tu caso es preguntar sobre cuántas veces hay lavarse las manos, no hagas esa pregunta porque si alguien te la responde te estarás haciendo un mal.
Es una compulsión, clarísimamente. Pero entre nunca y siempre, ahí estoy yo. Bueno, poco a poco y aunque en general no me gustan las mascotas, estoy empezando a reconocerlo como parte de mi familia, así que no lo veo «tan sucio». Aunque lo ideal sería verlo sucio y no lavarse. En fin, un desastre como siempre.
La psicóloga que me hace seguimiento en el ambulatorio ha iniciado los trámites de derivación a una unidad especializada de TOC en la seguridad social. Le he dicho que me parece muy bien. Pero aquí estoy con la duda. Alguna experiencia en este tipo de unidades? Alguien?
hola Ana el tema es que si vos tenés una respuesta para tu pregunta sobre la frecuencia de lavado luego va a surgir otra vos sabes vas a estar con momento de paz y luego a venir la pregunta si usa desinfectante o no si que marca de jabón o si está marca sirve o no y qué pasa si después de lavarme me tocó la cara y si la toalla está infectada etcétera o sea vos sabés que esto no tiene fin por eso lo ideal es cortarlo de raíz el tema. Y no saberlo nunca.
Yo también estoy con un tema de toc fuerte y quiero preguntar y averiguar para quedarme tranquilo pero luego me acuerdo de que tengo toc desde que era un niño entonces me doy cuenta que ese no es el camino.
Uno de los inconvenientes que se encuentra la mayoría de la gente que pasa por terapia y por la idea de exposición es la falta de medio que «insufla» esa voluntad necesaria para ejercer una acción correcta en el momento adecuado.
Hace tiempo un estudio demostraba que el nivel de intelectualismo del individuo influenciaba significativamente en la recuperación del paciente, pero las razones del mismo no fueron del todo convincentes. A día de hoy yo diría que la voluntad y el intelectualismo tiene mucha correlación en el sentido de que a mayor «conocimiento» mayores «por qué» surgen en la mente y rompen la premisa de voluntad en el momento adecuado.
Paradójicamente, la curiosidad y el ánimo de aprendizaje es precisamente uno de los factores que juega en contra del paciente. Querer saber lo que hay detrás de cada acción rompe con la posibilidad de hacer la acción correcta. En la terapia B4DT, se sigue la regla de los 3 segundos a la hora de exponerse, es decir, desde el momento que el terapeuta instruye la orden de exposición ante el estímulo, hasta que este se da, no pueden pasar más de 3 segundos.
Esto rompe un poco con el razonamiento cognitivo que como decía juega en contra de la voluntad.
Por otro lado, ¿qué hay de las inhibiciones compulsivas? No solo importa lo que hay que ejecutar sino lo que se deja de hacer, como es el caso, de «dejar de preguntar compulsivamente» como ocurre en el TOC de hipocondría por ejemplo. Aquí la regla de 3 segundos no funciona y es más una paciencia activa de no hacer algo que el cuerpo te pide hacer (lo contrario). Edna Foa proponía la posposición del acto compulsivo. Por ejemplo, posponer todos los actos hasta una hora del día y hacerlos todos juntos solo durante ese momento. Por ejemplo: poner a las 7 de la tarde toda la carga durante media hora máximo, y no hacerlo antes ni después. Obviamente esto juega doble rol: al posponer se rompe el vínculo cognitivo de «tengo que hacer sí o sí», porque toca posponer, pero por otro lado, se da una de cal y otra de arena al TOC al decirle: «pero tienes una oportunidad para ejecutar llegado el momento». Me recuerda a los casos de drogadicción que les permiten una pequeña dosis a la semana de «recordatorio»: la persona tiene que aguantar durante la semana, pero llegado el momento su ansiedad les recuerda: «no te preocupes, tendrás otra oportunidad llegado el momento». El problema es que muchos drogadictos consideran esto como algo crónico y no tengo que claro, que, bajo nuevas condiciones de alto estrés debido a circunstancias de la vida, todo el sistema se vuelva a reiniciar.
Por eso, no tengo claro que este método sea 100% eficaz, al menos a largo plazo, porque en mi caso de TOC no aplica y no puedo comprobarlo de primera mano. Pero creo que al menos, en el corto plazo, merece la pena ser probado.
Es un error capital lanzar teorías antes de poseer datos. Por naturaleza uno comienza a alterar los hechos para encajarlos en las teorías, en lugar encajar las teorías con los hechos. Sir Arthur Conan Doyle
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