[tocotoco]

10 septiembre 2014 a las 14:42 en respuesta a: Me presento

Hola de nuevo, en primer lugar, ¡gracias por contestar! Puede que tengas razón en cuanto a lo de no precipitarme a encuadrarme en un trastorno u otro, pero desde luego si que soy, sin ninguna duda, una persona obsesiva. Y con los años me he ido haciendo más negativo, siempre he andado un poco justo de autoestima, y he tenido muchas dudas sobre mí mismo, siendo más duro conmigo mismo que los demás, aunque no se aprecie exteriormente. Hasta ahora no me han impedido hacer una vida normal, y en rara ocasión, creo, se han percatado los de alrededor de todo esto, bien porque lo disimulo, no digo nada, o porque aun estando preocupado por la razón que sea, enseguida me animo en presencia de otros, sobretodo de los amigos.

Tengo miedo al futuro, probablemente a la incertidumbre, a fracasar, a la soledad…Creo que me asusta un poco la vida, según he ido creciendo y madurando y siendo más consciente de qué va todo esto, con cada vez más responsabilidades, me he ido haciendo más negativo.

Suelo lograr evadirme de esta realidad, centrándome en el día a día y haciendo lo que me gusta, es decir, evitando el sufrimiento y aquello relacionado con mi futuro. He estudiado 5 años, me he sacado una carrera, siempre estudiando en el último momento, aunque con decentes resultados. Siempre evitando pensar en el futuro, en qué haría una vez superada esa fase. Yendo a clase, prestando la mínima atención, en mi lugar de confort. No estoy acostumbrado a esforzarme realmente por algo, digamos que simplemente me he dejado llevar, subyaciendo, desde hace ya unos años, ese miedo al futuro y dejándome llevar por la corriente como si todo fuese a solucionarse por sí sólo. De pronto, me veo en la tesitura que ayer comenté, y soy totalmente consciente de que no puedo seguir viviendo así, de que tengo que tomar las riendas de una vez, y trabajar, como todo el maldito mundo. Me planteo cosas que supongo que la gran mayoría de la gente no se plantea, como es el hecho de tener que pasar 8, 10 horas diarias en un trabajo que no te apasiona(es lo que tendré que trabajar, si no más, lo he visto en mi propia casa) para que llegue el fin de semana y ver cada vez menos a mis amigos, y tal vez, tener una pareja con la que pasar esos días. Me asalta la pregunta de para qué todo eso.

Últimamente pienso eso, que grupo de amigos cada vez se distanciará más, porque lo he visto en otros casos de personas más mayores que yo. Para mí, los amigos son una increíble fuente de alegría, son uno de mis pilares, y a largo plazo los veo peligrar, porque a pesar de todas estas pajas mentales soy consciente de la realidad, de que la gente curra, hace su vida, se va a vivir con su pareja, tiene hijos, etc, con lo que la vida que llevabas con 15, 20, o unos pocos años más queda atrás.

Me veo a mí mismo trabajando día si y día también, teniendo que trabajar duro, acabar a las 7 de la tarde o tal vez más tarde, para ir a casa o con suerte hacer algo de deporte, llegar a casa, cenar, y enseguida irme a la cama. Me deprime muchísimo la idea, aunque sea la pura realidad en la que la mayor parte de la gente esta inmersa y es hasta feliz con tal de, simplemente, poder trabajar.

Me estoy enfrentando a la realidad, a la vida, me quito la venda y estoy acojonado. Sabía lo que había pero lo he estado postergando, pero llega un momento en que te tienes que enfrentar a tus miedos. La cuestión es que no creo que todos estos miedos sean, digamos, «comunes», la gente va avanzando y no creo que tenga estas crisis existenciales, sin un problema «real», porque realmente lo tengo todo, desde una buena familia, a buenos amigos, buena situación económica, una oportunidad de trabajar y ganarme la vida (aunque no me encante), buena salud…

No paro de pensar en todo esto, tratando de buscar una solución. Y creo que tienes razón en que soy depresivo, me centro en lo negativo…En fin, no sé. ¡Gracias otra vez!

[tocotoco]

9 septiembre 2014 a las 17:46 en respuesta a: Me presento

El proceso mental, más o menos, es el siguiente: ¿Y si este trabajo no es para mí, y si me condeno a la infelicidad de por vida? Y entonces qué hago? ¿Estudiar otra carrera? ¿Cuál? No me atrae especialmente ninguna…¿Qué hago? A ver, voy a imaginarme en x o en y profesión…No sé…No me veo especialmente en ninguna, además de las dificultades que entraña echar todo lo hecho por tierra y cambiar de orientación profesional totalmente…¿Y si me equivoco? Ya no tendré la oportunidad hoy sí tengo, además de que no tengo ninguna vocación clara.Y si mi problema no es ese sino mi interpretación, estos pensamientos? Venga, me voy a motivar. Voy a darlo todo, a esforzarme, es una gran oportunidad. Poco a poco, primero a formarme, y ya se irá viendo, cuando pueda trabajar de esto, dentro de unos años, ya iré viendo. Pero tengo que ganarme el pan, no puedo perder años a lo tonto. Hay que trabajar.

Lucho contra ese pensamiento. No se si tengo que hacerlo, o pasar de él, porque la duda, parece, es irresoluble, voy con esa intención pero se desmorona casi inmediatamente, al iniciar ese proceso de nuevo. Y me deprime, y aparecen esos para qués, ese «la vida no tiene sentido» y esas terribles ganas de irme a casa y dormir. Esas ganas de que todo acabe de una vez.

Sé lo que debe hacerse con los pensamientos obsesivos: no darles cuerda, no permitirles que te afecten. No analizarlos, ni positivizarlos, no pensar en ellos, tratando de llegar a una solución que jamás llega. No bailar con ellos, no darles poder, no pensar sobre eso, no discutir nunca con ellos. Pero me corroe la duda de si es un problema real o creado por mi mente. Sospecho que es más lo segundo, pero me cuesta aplicar la técnica porque no acabo de verlo claro, porque el problema tiene un trasfondo real: mi profesión, mi futuro…Puede que se trate de tener confianza y de que la trampa que me esta tendiendo esa idea sea precisamente esa, esa inducción a una eterna duda irresoluble, solo resuelta una vez que superas la obsesión, y nunca resoluble mediante el razonamiento. Cuando te das cuenta de que aquello era una soberana tontería, ya desde la distancia y la certeza. Me gustaría saber qué pensáis al respecto.

¡En fin, esto es lo que hay! jaja. Ya me diréis, si es que alguien se atreve a leer tamaña presentación. Perdón por el tostón, el desorden, por la redacción tan caótica, simplemente he escrito tal y como lo sentía. ¡Gracias a todos!

[tocotoco]

9 septiembre 2014 a las 17:45 en respuesta a: Me presento

También me he obsesionado con la caída de pelo. Sí, se me va cayendo, como a mucha gente. Es normal e inevitable, y desde luego no es el fin del mundo, pero este último año esta preocupación a estado bastante presente, aunque sin impedirme hacer una vida normal. Evidentemente me sigo dando cuenta de que mi pelo ya no es el que era y de que probablemente, y con los años, acabaré con la cabeza como una patata jaja, pero es lo que hay. Ya no me preocupa más de lo debido, simplemente lo tengo presente, pero no le doy muchas vueltas. Digamos que me preocupa como a cualquiera que se le caiga el pelo, es decir, lo normal, porque no es algo, de por sí, positivo.

Pero ahora ha llegado una obsesión que me está dificultando el día a día bastante. Me he dado cuenta de que me da miedo el futuro, y de que tiendo a verlo bastante negro. Ya acabé la carrera y ahora estoy cerca del inicio de mi vida laboral, y tengo la oportunidad de trabajar con mi padre, no diré de qué, simplemente diré que es un trabajo que exige esfuerzo y dedicación, pero también buena remuneración. Estoy obsesionado con que no me guste, me veo trabajando toda la vida, deprimido…Unido a esto, últimamente me pasa por la mente que la vida no tiene sentido, que para qué dedicar la vida a trabajar, tantas horas diarias, para envejecer, etc…Y todo eso, ¿para qué? Todo esto me viene a la mente cuando estoy trabajando, o bueno, aprendiendo…Surgen esos pensamientos de desesperanza, esos ¿para qué?, me siento un enfermo, un loco, una persona incapaz de afrontar esa realidad como esas personas que tengo delante. Porque sé que es la realidad. Me pongo a hacer una labor y me invaden estas ideas de que la vida es una mierda, de que no me gusta ese trabajo, trato de convencerme de que es un buen trabajo, de que es una gran oportunidad, me recuerdo la situación de toda esa gente que carece de trabajo, que mataría por estar en mi lugar…Miro a los demás y me tortura no poder ser como ellos, pienso en por qué no puedo ir simplemente a trabajar y ver la vida positivamente, sabiendo, obviamente, que un trabajo es un trabajo y que aunque a la gente no suele encantarle ir a trabajar, lo hace y no se sume en esos pensamientos tan deprimentes e incapacitantes.

Sé que tal vez no sea mi trabajo ideal, pero creo que no lo hay, creo que el problema no es el trabajo sino mi mente, esa perspectiva exageradamente negativa del futuro, de mi trabajo, de la vida en general. Nunca he trabajado, me he limitado a ir estudiando y aprobar exámenes, sin más responsabilidades. Y esto me asusta.

Miro atrás, pienso en todas esas obsesiones que he padecido y de las que hoy soy consciente en su totalidad…Y concluyo que estas ideas son igual de falsas que aquellas. Creo que una persona sin esta tendencia obsesiva no se plantearía estas cosas, simplemente haría las tareas y no se pondría a rumiar todas esas cosas. Cuánta gente hay que día a día va a trabajar y no por ello se sume en una pena tan profunda? La mayoría. Creo que mi enemigo no es el trabajo, sino yo mismo, la interpretación que hago de la realidad, el peso, la importancia que les otorgo a mis pensamientos, esa tendencia a analizar, a rumiar sin fin lo que me preocupa, en lugar de ocuparme en tirar hacia adelante en esta vida. Porque la experiencia, mi vida, mirar atrás y contemplar mis obsesiones pasadas ya fuera de su influjo me demuestra que hago un mundo de un granito de arena.