sergiov
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en respuesta a: Presentación, obsesión por el ruido de los vecinossergiovParticipanteOfflineRegistered On: 9 octubre 2018Topics: 0Replies: 2
Te molestarán los pájaros. No se puede huir del TOC
Entiendo a lo que apuntas, pero los pájaros jamás podrían molestarme, ni las vacas ni gallinas porque no lo veo como un «ruido artificial» sino como un «sonido natural». Lo que me molesta no son los autos, ni las bocinas, ni la música de vecinos en casas ajenas, sino que en la mía porque me siento pasado a llevar, me siento violentado, me siento casi como humillado.
Sé que quizá acá no encontraré la ayuda que busco, pero agradecería una pequeña orientación sobre algún libro que leer o por último algún especialista al que recurrir para irme a la segura y que no me vayan sólo a sacar dinero.
Gracias por el comentario.
en respuesta a: Presentación, obsesión por el ruido de los vecinossergiovParticipanteOfflineRegistered On: 9 octubre 2018Topics: 0Replies: 2El tema se encuentra sumamente inactivo y me registré simplemente para compartir mi experiencia que, al día de hoy, tampoco ha tenido solución.
Soy de Chile y esto comenzó cuando yo tenía 20 años aproximadamente (actuales 32). Arrendábamos (alquilábamos) una casa con unos vecinos que tenían unos hijos que permanecían todo el día solos y que de a poco fueron perturbando mi vida a punta de música fuerte todos los días entre las 14:00 y las 20:00 horas. Por si fuera poco, de noche, eran sus padres que hacían fiestas y con la música a todo volumen.
Hablé con mi padre y fue a hablar con ellos y se comprometieron a hablar con sus hijos. Duró 1 semana la tranquilidad y nuevamente volvieron a lo mismo.
Literalmente prefería no estar en la casa, me iba donde amigos, donde otros familiares durante el día, etcétera, hacía cualquier cosa para no estar en la casa ni volver a mi «pequeño infierno». Cierto día fui yo a hablar con los padres de estos jóvenes y el padre directamente me dijo que no haría nada, que estaban en su casa y tenían su derecho a hacer sus fiestas y poner la música al volumen que quisiera. Me sentí pasado al llevar al punto de querer romperle los vidrios de la casa o de la camioneta a modo de venganza alguna vez.A mí familia parecía no molestarles el ruido y era una obsesión mía solamente. Finalmente nos mudamos de casa (no por esa razón) y llegamos a vivir a una casa en donde no tuve ningún problema durante los 7 años que viví ahí. Volví a ser feliz y todo bien hasta que ya después a mís 27-28 años me independicé y me tocó irme a vivir con mi pareja e hija a una casa propia.
Recuerdo que le pedía a Dios que por favor, lo único que quería era que no me tocaran vecinos ruidosos (recordándome aquellos vecinos que me cagaron parte de la vida a mis 20 años.Llegamos a mi nuevo hogar y viví 3 años felices hasta que, después de un tiempo, en la casa de al lado «de al lado» de mi casa, es decir, 2 casas más allá, llegó a vivir quien para mí ha sido la persona que me ha desgraciado parte de mi actual vida.
Un hombre con su esposa vivían con la música a todo volumen como si se tratase de un centro de eventos. Empezaron a hacer fiestas todos los fines de semana y a veces en la semana. Y siempre pensé que era un volumen exagerado y a los demás vecinos no le molestaba y a mí pareja la verdad es que tampoco (jamás le manifesté abiertamente mi molestia a mi pareja porque no quería que pensara que era un cobarde al que le molestara algo y no iba directamente a encarar a estas personas).
Cierta noche en la que nosotros estábamos bebiendo alcohol y escuchando música (a un volumen ultra moderado), nos fuimos a acostar alrededor de las 3 am y noto que la música de este vecino nuevamente a un volumen exagerado y mi pareja me comenta que mi hija había comentado que la noche anterior no había podido conciliar el sueño por el ruido de esta persona. Me contó eso y sentí una rabia/pena gigantesca, me armé de valor, me vestí y partí a hablar con él en medio de su fiesta. Tras 5 minutos de gritarle a la puerta salió en manifiesto estado de ebriedad y le pedí con buenas palabras que le bajara el volumen a su música a lo cual accedió y volví a mi casa sintiéndome tan bien porque por primera vez lo enfrenté.Al otro día empecé con el plan de cambiar a mi hija de su habitación a una que teníamos más al fondo de la casa y donde no le llegaría el ruido tan directo. Tuve que invertir dinero en pintura, en alfombra, en todo lo que implica un cambio de habitación.
Pensé que esto había sido la solución, pero mi pesadilla nuevamente apareció hace aproximadamente 6 meses cuando siendo cerca de las 4am de un día miércoles (ni siquiera un fin de semana), despierto con un gran estruendo y sí, adivinan, el vecino ruidoso había vuelto nuevamente pero esta vez parecía que se había comprado un equipo de última generación porque llegaba a retumbarbe los vidrios de las ventanas. Mi pareja despertó (lógicamente) y ya fue todo. Hasta ahí llegó mi felicidad. Esa vez ya no fui a hablar con él, sino que me levanté y llamé a carabineros los que llegaron media hora después y el volumen no lo habían bajado. Estuvieron cerca de 15-20 minutos golpeando a su puerta (yo podía verlos desde la ventana de mi baño) y tras ese lapso recién salio este vecino a dar la cara. Tras hablar unos instantes (deduzco que le cursaron una infracción) porque lo escuché salir al patio de atrás que colinda en diagonal con mi casa y decir: «fue este conchasumadre….». En ese momento un frío recorrió mi cuerpo y el pánico se apoderó de mí, porque además de tener que vivir permanentemente con el miedo de la música ahora empezaría a vivir con el miedo de agresiones o tener que enfrentarme físicamente contra otro tipo.
La música desde ese momento jamás volvió a ser tan fuerte como la vez relatada, sin embargo empecé con los síntomas que acá todos describen:
– Empecé a huir de mi casa, yendo con mi familia los fines de semana donde mis papás, donde mis suegros, a vacacionar a la montaña, a salir con mis amigos, etc. Cualquier sitio donde no estuviese en mi casa para evitar tener que saber que nuevamente está el tipo con su música pasándome a llevar.
– En la semana andaba desganado, triste, con miedo, no quería llegar a la casa. Pensaba todo el día en la situación, en llegar a la casa y encontrarme con el ruido. Evito mi dormitorio porque es donde más fuerte se escucha el ruido y empecé a hacer del living con la TV con volumen fuerte de mis mejores aliados.
– Durante las noches a veces tengo sueño a las 21:00 horas pero espero a que sean cerca de las 00:00 para irme a acostar porque ya a esa hora era poco probable que fuese a empezar una fiesta. Lo anterior afectaba directamente mi sueño y descanso.
– Empecé a dejar de ser feliz, incluso pasó por mi cabeza la idea de suicidarme, de querer mudarme de casa, de querer comprar otra propiedad de algún modo (no tengo suficientes recursos) o de abandonar a mi mujer e hija (para ellas no es un tema lo de la música) e irme al campo donde viven mis papás para poder nuevamente recuperarme y estar tranquilo y poder tener una vida normal pero esto sería una cobardía enorme. Cómo podría «abandonar» a mi pareja e hija sólo por intentar buscar «mi felicidad» ante una obsesión como la que tengo con la música?
– Llegaba del trabajo y lo primero que hacía era subir al ex-dormitorio de mi hija para ver por la ventana si estaban los vecinos de las fiestas y a veces veía luz apagadas y sabía que aún no llegaban y me angustiaba pensar que llegarían en cualquier momento con su música.Al cabo de unos meses desde ese incidente, me parece que se mudaron de casa porque vi a gente nueva en esa casa y dejé de ver al perro que tenían. Asumí que se mudaron pero no me consta, sentí gran alivio pero a la vez nervios/angustia porque quizá quienes llegaran podían ser igual o peor. Y en parte no me equivoqué, llegó gente jóven, quizá universitarios y también buenos para las fiestas pero estos no con volumen excesivo es algo que se puede tolerar pero mi obsesión ahí está. Me compré unos audifonos de silicona y en una fiesta los usé y no se oía prácticamente nada y tal como menciona otro usuario anterior, me esforzaba para intentar oír la música de los vecinos y a pesar de que no la oía, parecía que me concentraba para oír hasta el más mínimo sonido.
Actualmente vivo con esa angustia recurrente, los vecinos (según yo porque no he estado todos los fines de semana) hace alrededor de 2 meses no hace fiesta ni ruidos y sin embargo sigo siendo infeliz y sigo esperando «la noche» en que empiecen nuevamente con sus fiestas.
Actualmente he ahorrado un poco y el próximo año podría quizá comprarme un pequeño campo en donde «pienso» que podría llegar a ser más feliz puesto que no tendría vecinos tan cerca pero a la vez pienso, y si me toca la mala suerte de que el vecino que tendré a 200 metros es igual de fiestero? jajajaja
A veces pienso que la única forma y el único lugar en donde sería feliz es en la punta de un cerro o en una finca de unas 10 hectáreas en donde me asegurara que no sentiré ruido de música de vecinos fiesteros.
Bueno, si alguien leyó hasta acá, le doy las gracias y somos varios que sufrimos lo mismo. Yo intento no traspasarle mi angustia ni mi «miedo» a mi hija ni tampoco a mi esposa y cuando hacen sus fiestas ellos ya les digo a mi familia: «son personas que trabajan toda la semana e igual tienen derecho a divertirse y a hacer sus fiestas», pero claro, lo digo de la boca para afuera porque en el fondo pienso que son unos irresponsables e irrespetuosos que pasan a llevar a todos.
Mi consuelo actual? es que la casa que está pegada a la mía hay una pareja con una bebé de 1-2 años y que si a mí me molesta sus fiestas, a ellos debe molestarles más quizá y me pregunto. ¿Por qué ellos si pueden vivir feliz y tranquilos y yo no?
Será que tengo que irme de ahí para poder ser feliz? pero siempre viviré con el miedo de que me toque algún vecino molesto. Será que la solución depende de mí?
Acá un psicólogo o psiquiatra escapa de mi presupuesto y ahora estoy 100% enfocado en ahorrar lo máximo para poder irme con mi familia a un campo en donde pienso que podría encontrar la paz y felicidad que tanto añoro pero a la vez se que esto no curara mi «enfermedad» sino que sólo la guardará en un frasco hasta que venga alguien y lo destape para volver nuevamente al mismo infierno acá relatado.
Gracias por leer.