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claudius
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2 febrero 2016 a las 18:24 en respuesta a: Diario de un obsesivo puro
Muchas gracias, Vitali. Tus indicaciones me están ayudando. El vídeo es estupendo. Va precisamente a uno de los nudos de mi empanada mental particular con el tema del esfuerzo. Por razones algo largas de explicar uno de mis lemas ha llegado a ser «lo mejor es enemigo de lo bueno», pero creo que ahora soy capaz de entender y seguir esta máxima de «hacerlo lo mejor que se puede», y que puede ser muy positiva para mis bloqueos y culpas. Muchas gracias.
En lo de los valores ando algo despistado para fijarlos, pero muy interesado. Estoy haciendo el test despacio porque creo que son como los cimientos para todo lo demás. Me pesa la edad y lo lejos que están algunos valores y metas en la vida que a estas alturas ya debería tener resueltas (trabajo, familia…). Dudas sobre esto y aquello.
Estos últimos días, en los que me he sentido más motivado, me he podido olvidar un poco de «lemas» y obsesiones. Recuerdo haber leído una frase de Viktor Frankl, el de la logoterapia, que decía algo así como que la neurosis (¿obsesiva?) podía considerarse una proliferación mental en torno a un vacío existencial. Todo esto me recuerda también la Terapia de Aceptación y Compromiso. He hecho algún intento en los últimos años de autoaplicármela pero hasta ahora no había podido evitar, al fijarme unos valores, convertirlos en esos «lemas» u obsesiones cambiantes. Al menos hasta ahora. Gracias de nuevo.31 enero 2016 a las 18:29 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroMe has dado material para reflexionar, Vitali. La verdad es que no sé cuáles son mis valores. O son puramente defensivos, como sentirme lo mejor posible (o sufrir lo menos posible), o mantener el tipo lo mejor posible. Sobrevivir día a día y poco más.
Este tema más bien me deprime; me siento rodeado de tierra quemada, escéptico. Las veces que me lo he planteado lo he convertido en una «obsesión» que ha seguido el camino de las demás: saturarme y ser reemplazada por otra. En este campo me siento casi irrecuperable para una vida con propósito y significado. Por ejemplo, puedo valorar el tener una pareja, pero sentirme incapaz de ello, por situación personal, limitaciones físicas, psicológicas… Al final, ser incapaz de saber si uno lo quiere o sabe que sólo le va a traer más complicaciones y problemas. Más oleaje del soportable para una barca ya demasiado frágil. Lo mismo con otros asuntos como el trabajo o la autonomía personal. (Esto parece que ya no es cuestión de TOC o no TOC.)
Parece que necesito un psicólogo (otro, aunque los dos últimos muy mal resultado me dieron). Haré el cuestionario en cuanto pueda, aunque no sé cómo se interpreta. Escribiré sobre el asunto aunque me deprima (ya estaba deprimido hoy de antes). Muchas gracias una vez más.30 enero 2016 a las 17:19 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroMuy interesante tu última entrada, Vitali. Llevo tres días bastante mejor y creo que ha sido a raíz de releer el capítulo 5 (creo recordar) del libro de Edna Foa, y concretamente de seguir simplemente el consejo de no resistirse a las obsesiones para que no se potencien y se te apoderen.
Por lo que dices y por lo que yo mismo veo sí, quizá lo mío no es un TOC al uso, sino simplemente esa «ideación obsesivoide» que me diagnosticó ya alguien. El problema es toda esta maleza de escrúpulos, vueltas a la cabeza, dudas («obsesivoides») que sí me lastran y me embarullan la cabeza, pero que estos días he conseguido reducir bastante con sólo ese simple consejo.
En mi vida sí hay evitación, pero quizá no viene de un TOC, sino de un conjunto de cosas (como cierta ansiedad, depresión y fragilidad en general) que sí, las «ideas obsesivoides» contribuyen a que sea más incapacitante (como cuando intento perseverar en algo en la vida y lo uno a una «obsesión», y al agotarse esa «obsesión» mi constancia queda comprometida…)
La evitación que hay en mi vida, por otra parte, quizá se le podría llamar también timidez, pereza, falta de capacidad, incluso ayudadas por mi minusvalía física, la medicación… La culpa posiblemente no es de un TOC con cara y ojos.
Me está siendo de gran ayuda haber entrado en este foro. Muchas gracias, Vitali, y a otros.26 enero 2016 a las 16:49 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroHoy no estoy tan agobiado como ayer, aunque por las mañanas especialmente la cabeza sigue como un bombo. Tras escribir lo que escribí ayer una respuesta me ha venido sola, de lo que puedo hacerr: las obsesiones (en muchos momentos canciones) no resistirse a ellas sino abrazarlas, cantar las canciones, etcétera. Lo ya sabido, por otra parte. Si cambian, seguir sin ofrecerles resistencia, para con el tiempo llegar al aburrimiento total de todas ellas. También de la meta-obsesión: «tengo que encontrar aquel principio conforme al cual vivir y sin el cual habré vivido en vano».
Mientras, al tiempo que la mente no se resiste a ellas, continuar exponiéndome a situaciones generadoras de ansiedad y realizar las actividades del día a día, aunque me pongan en riesgo de olvidar esta necesidad de encontrar «el lema», el objetivo de la vida. (Mejor dicho: para que me ayuden a olvidarla.)
He releído hasta ahora los seis primeros capítulos del libro de Edna Foa. Pretendo aplicarlo lo más fielmente posible (en mi caso, el capítulo 5, relativo a las obsesiones).
Gracias mil.25 enero 2016 a las 17:08 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroYo no sé si soy un caso aparte o no puedo ver mis obsesiones con la objetividad suficiente, pero en mi caso yo las busco, no huyo de ellas. En realidad, muchas veces las disfruto: nada tan refrescante como un «lema» nuevo, un libro nuevo, un propósito a estrenar. Necesito este pensamiento al que enganchar los demás pensamientos y las acciones. Huyo de la ansiedad con esta especie de chicle mental que voy gastando y sustituyendo por otra obsesión. Son pensamientos que necesito como estímulo para actuar, y para darme a mí mismo razón de mis actos. Son más aún: mi propia identidad (del momento, cambiante, lo que constituye parte del dolor). Me resulta difícil encontrar acciones concretas que evito, para aplicarles la EPR (como decías, Vitali: las ramas, las hojas, las células). Sí que es verdad que con este castillo de fuegos artificiales en la cabeza me cuesta dejar algo de atención para las actividades de la vida corriente. Que, por otra parte, no me motivan ni llaman nunca tanto como el «lema» de turno. Por eso ahora mi objetivo sería parar la sucesión de obsesiones diferentes y quedarme con una: el mismo TOC. Así, toda acción del día a día que lleve a cabo normalmente la puedo reconducir al «lema»: «TOC» o «lucha contra el TOC», y apuntarme un punto a favor.
Para ser franco, ahora mismo tengo la fantasía de una vida dedicada 100% al TOC (a leer libros sobre él, a aportar en este blog, a escribir un libro sobre él…), como otras veces tuve esta fantasía con otros ochocientos temas… Pero como estas obsesiones me llegan a saturar como un chicle viejo, al final en lugar de llegar a ser un experto en TOC (o en fútbol, o en el epicureísmo, o en las ideas de un libro de autoayuda), acabo buscando en Internet o en mi mente otro tema, «lema» o idea que me vuelva a estimular. Con ello vuelvo a la casilla de salida. Con este esquema de cosas, si doy cancha a las obsesiones, lo que haría quizá sería gastarlas más deprisa, pero no interrumpiría su sucesión. ¿Quizá si evito buscar cosas en Internet sobre ellas (u otras acciones)? ¿Reduciéndolas a la esfera de lo mental?
Vaya cacao mental. Gracias porque el hecho de escribirlo es ya un pequeño alivio. La cabeza, como un bombo. Las mañanas sobre todo, dantescas.23 enero 2016 a las 19:07 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroSí, jeje. No tiene nada de particular. Sólo habla de cómo se obsesionó con «the game», un juego de gente de su edad que consistía en que cada vez que se piensa en «the game» se pierde. (Como el famoso experimento de decirle a alguien «no pienses en un oso blanco» y precisamente al tratar de evitarlo acaba pensando en el dichoso oso.) De cómo le diagnosticaron un TOC y cómo se obsesionó también con ser consciente de cuándo tragaba saliva y cuándo no. No mucho más. Sí, seguramente algo cognazo.
23 enero 2016 a las 17:26 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroGracias, Vitali. Sigo como en la entrada anterior. Tendré en cuenta el consejo de tararear las obsesiones aposta. Cuando una se me desgasta la sustituyo por otra. Los pensamientos «TOC» y «EPR» los ha sustituido «el juego» («cuando te acuerdas del juego, pierdes el juego»; así, estás continuamente perdiendo el juego), y canciones a toda pastilla. Esto del «juego» es un contagio de una obsesión de otra persona en Internet, pero evita el efecto «rallada» de cuando se lleva un tiempo con un pensamiento, como tirar un chicle que ha perdido su sabor y sustituirlo por otro. Esto quizá hace más difícil agotar las obsesiones por aburrimiento, porque son cambiantes.
Ayer, pues, además del torbellino, sensación de pesadez y depresión. Pero el objetivo es, como decías, Vitali, en otro sitio, no dejar de hacer lo que uno tiene que hacer por esto. A pesar del carrusel de obsesiones, ser capaz de funcionar lo mejor posible. Trato de mantener las actividades de exposición que he emprendido (gimnasia, tareas de la casa, estudio…) sin poner las obsesiones como excusa. Adjunto el video de «the game» (el juego) como curiosidad, esperando que no sea nocivo para nadie. Muchas gracias.
https://www.youtube.com/watch?v=U9hvwQtw7NQ21 enero 2016 a las 18:11 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroEstoy casi demasiado bien. Por las mañanas no, pero esto es lo habitual: hace tiempo que me cuesta mucho arrancar el día. Pero soy capaz de hacer más cosas durante el día y no me encuentro tan mal como esperaba.
Seguiré llenando el día con actividades. Este fin de semana probaré con ir a misa (la religión me remueve y me provoca dudas sin fin). Estoy por el 35 ó 40/100 de exposición.
Si soy capaz de hacer más cosas y de mantenerlo en el tiempo resultará que en los últimos tiempos he sido dominado por una sombra, lo que me j… bastante, por otra parte. Seguiría teniendo la cabeza llena de pensamientos repetitivos pero podría funcionar bastante mejor. Un gran cambio sin duda. Gracias.19 enero 2016 a las 17:47 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroAyer me encontré mejor, y continué añadiendo actividades a las que me he resistido y a las que he dado cien vueltas por si «¿me estaré pasando de esfuerzo?», «¿me expongo a empeorar?». Hice mi tabla de gimnasia a la que valoré como de un 35/100 de dificultad.
La dificultad es perseverar en esta actitud de mayor tensión y esfuerzo. Esta mañana he notado un gran agotamiento mental y la cabeza como un bombo con canciones de la radio y otras obsesiones. Con una clase a media mañana he logrado distraerme y luego estar mejor.
He tenido tentaciones de cambiar de obsesión «mayor», se me ha ocurrido alguna sustituta pero sigo aferrado a la misma obsesión principal (porque sin una de éstas que me permita concentrar las energías en algo sí que no puedo funcionar). Esta energía obsesiva la redirijo hacia lo que me pone en esa zona de discomfort: las obligaciones y estar más activo. Aunque no he vuelto a estar como el domingo por la tarde, sí noto algo de rigidez. Lo que no quiero hacer es «soltar las manos del volante», ceder al marasmo y entregarme a la búsqueda de otra obsesión nueva, empezar de nuevo. El pensamiento que monopoliza ahora es el mismo TOC, seguir esta terapia, y así las mismas energías de la obsesión las redirijo a mejorar de ésta. Gracias por leer este rollo.17 enero 2016 a las 17:32 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroSigo intentando aplicarme un programa de EPR y ayer me esforcé en no dejarme llevar por las obsesiones y en dedicarles sólo un rato, después de cumplir con las obligaciones caseras.
Hoy empiezo a notarme como otras veces en las que me he propuesto sujetarme a un plan, un propósito, que se me acaba fundiendo con lo que son mis obsesiones cambiantes, mis «lemas». Empiezo a notarme rígido, incluso físicamente; como si me faltara el aire o me estuviera metiendo en un reducto cada vez más pequeño, de forma que necesito romper con este propósito y tomar otro nuevo. Me cuesta mucho ser flexible y constante a la vez.
De otras obsesiones diarias que son como escrúpulos, o dudas de si hago bien las cosas, de si ofendo a alguien…, estoy mejor, porque desde que soy más consciente de que lo mío es posiblemente un TOC sé mejor cómo tratarlas. Las identifico con el trastorno y no con pensamientos ordinarios, las sufro pero les hago menos caso.
No voy a pasar del nivel actual de exposición de momento (cumplir con las obligaciones sin dedicar todo el tiempo a la obsesión, en 35/100). Además de lo que he contado de la rigidez, esto me provoca también estos pensamientos dubitativos que acabo de describir, acerca de si esto me va a resultar perjudicial, o de si lo estoy haciendo bien, etcétera. Seguiremos. Gracias.16 enero 2016 a las 16:14 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroTengo dos días de prórroga antes de tener problemas para conectarme a Internet. Luego ya se verá.
Ayer también resistí el impulso de contestar al guasap por la noche. Por la tarde sí lo hice, para no dañar más la relación con los amigos. Procuraré repetir esta omisión lo más posible. Me produjo ansiedad y más obsesiones, pero soportables.
El siguiente paso toca ya la obsesión principal (la que me ocupa ahora, aunque son cambiantes) y consiste en resistir el impulso de estar toda la tarde dedicado a ella, buscando cosas en Internet sobre ella, por ejemplo. En lugar de ello, realizar tareas de la casa pendientes. Le he dado un 35/100 en la escala de evitación. Ya sólo pensar en ello me inquieta bastante. A ver cómo llevo también en la próxima semana no tener fácil acceso a Internet, que puede aumentarme la ansiedad, ya que me he vuelto algo dependiente de la red. Gracias.15 enero 2016 a las 12:18 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroNo tengo claro lo de la procrastinación, Vitali. Sí creo que soy hiperresponsable, pero a propósito de esto que dices:
La mayoria de las persnas con TOC piensan que son muy procrastinadores, pero realmente ocurre lo contrario, son significativamente mas eficientes que la mayoria.
No soy nada eficiente. Doy mil vueltas al tema del esfuerzo y «lo sufro», pero me quedo en eso. Estudio inglés y lo hago por «ósmosis», sin codos (estando todo el día expuesto al idioma en Internet). Pero evito el roce con las obligaciones de un trabajo, las académicas más exigentes…, con la vida auténtica, que creo que me produciría más sufrimiento.Pero bueno, vale de elucubrar.
De todas formas seguí tu consejo y ayer pasé a otra acción a la que había puntuado como 30/100 en la escala. Tengo un grupo de guasap con tres amigos de bastante confianza, y uno de ellos, a eso de las 11,30 de la noche, suele iniciar una conversación a la que siempre respondo porque me resulta violento no hacerlo (los otros dos amigos la mayor parte de las veces pasan). Ayer ignoré yo también el mensaje y pasé una ansiedad considerable por no ceder a los escrúpulos, con pensamientos catastrofistas y malestar en general.
Me resultaría difícil seguir esta exposición concreta todos los días. No quiero evitar el guasap todas las noches. Pero si no todos los días sí puedo repetir esta exposición cada tres o cuatro días. No sé si sería suficiente continuidad.
En los próximos días voy a tener un problema para actualizar este diario. Me estoy trasladando y no tendré acceso fácil a Internet por no sé cuánto tiempo. Si no puedo escribir cada día intentaré hacerlo con la mayor frecuencia posible. Muchas gracias.14 enero 2016 a las 09:50 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroEncuentro muy útiles y clarificadoras tus indicaciones, Vitali. Muchas gracias. He dibujado una casilla en cada uno de los siguientes 99 días en mi agenda para consolidar el primer paso de prescindir de la cafeína. Hoy quiero dar el segundo paso, con la acción que he llamado «momento anti-procrastinación», con su casilla también para los próximos cien días, para las obligaciones de estudiar, de la casa o gestiones de la vida corriente. Sirve para desafiar mis obsesiones sobre el esfuerzo y la constancia. Le doy un 25/100 en la escala.
Sin embargo, lo realmente difícil es perseverar, no los primeros días de proponerme algo. Sobre todo con la obsesión dominante y siempre cambiante, que en este momento consiste en identificarme con el TOC y aplicarme esta auto-terapia. Dentro de unos diez o quince días es previsible que incluso estos primeros pasos empiecen a pesarme y necesite romper con esta obsesión y emprender otra… Lo que realmente me causa angustia es perseverar. Bueno, sin anticipar, de momento puedo sostener esta EPR con la inestimable ayuda de este diario.13 enero 2016 a las 19:09 en respuesta a: BUSQUEDA PROFESIONAL ZARAGOZAHola, Silvia. Yo también estoy en Zaragoza y me gustaría saber si hay aquí algún profesional que ofrezca garantías para tratar el TOC y con la EPR. He venido aquí por eso y además he visto que me identifico mucho con los problemas que describes que le pasan a tu pareja. Si sabes de algo me encantaría que lo escribieras aquí, y lo mismo digo: si yo encuentro alguna pista lo reflejaré aquí. (Sobre grupos de soporte también.) Gracias y un saludo.
13 enero 2016 a las 14:56 en respuesta a: Me presento con mis obsesiones cambiantesMuchas gracias, betto. Sí, es un alivio poder compartirlo y desahogarse un poco. Este foro me trae estímulo para intentar estar mejor y no dejarme llevar del todo por las tendencias negativas. Quiero ahora intentar aplicarme la terapia de exposición y respuesta con estas ayudas tan de agradecer.
Es difícil no pensar en lo que los demás opinen, y estas cosas son muy difíciles, casi imposibles de explicar en un bar con amigos. Por eso también alivia leer casos de otras personas que pasan por cosas parecidas. Uno se siente menos extraterrestre.
Gracias otra vez. Saludos cordiales y un abrazo.
