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claudius
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28 abril 2016 a las 16:19 en respuesta a: Diario de un obsesivo puro
Hacía casi un mes que no actualizaba el diario. No consigo escapar a esta dinámica de temas obsesivos cambiantes, y parece como si el mismo TOC se hubiera gastado como un tema más. Aunque por otra parte sigo sin tener claro si lo mío es TOC o no. La última vez que vi a la psiquiatra me contestó que a todos los efectos, si me quedo más tranquilo, puedo pensar que tengo TOC, pero como que ellos, los médicos, no se preocupan en afinar demasiado el diagnóstico. No deben de tener tiempo para ello, sobre todo en la Seguridad Social.
Tras algunos gurús más de la autoayuda ahora estoy siguiendo a un autor llamado Stephen Guise y sus libros Mini hábitos y El Imperfeccionista. El primero me da un mínimo de consistencia, de la que ando necesitado, con metas diarias muy pequeñas, y por tanto fáciles de mantener, que con el tiempo se pueden automatizar como hábitos y así favorecer la productividad en dos o tres campos importantes (estudio, gimnasia de rehabilitación, en mi caso).
El segundo libro, ahora mismo (no sé la semana que viene) creo que se me ajusta también como un guante. Trata de evitar el perfeccionismo paralizante, con consejos para evitar la rumiación excesiva y actuar más, cosa que me viene al pelo también.
No sé por tanto si soy o no TOC, y si he sido un okupa en este foro, pero me ha ayudado mucho a aprender sobre mí mismo y el TOC. No sé si escribiré más aquí; si es así gracias por todo, especialmente a Vitali. No sé, la verdad es que ahora mismo pienso que esto de los minihábitos me va a servir. ¿Será acaso otro espejismo? Un saludo y muchas gracias otra vez.
4 abril 2016 a las 17:50 en respuesta a: Esta es mi ultima paranoica-obsesionYo te diría que los adoradores del demonio, si los hay, nunca tendrán esta clase de pensamientos y escrúpulos. Lo que piensas y lo que te hace sufrir es producto del trastorno, y Dios querría que te deshicieras del trastorno. Ve coqueteando con la idea de adorar al demonio, exponte a irlo «adorando» de manera cada vez más explícita, porque ésa es la terapia -creo- y sabiendo en el fondo que Dios quiere que estemos sanos y tranquilos. Ve poco a poco, aunque tengas miedo, rézale al «Maligno» un poco cada día (
), y cuando hayas cansado de «adorar» al demonio y seas capaz de echarte cuatro risas al respecto tendrás la paz de Dios y estarás curado, confío. Dios -si es que existe- tiene que ser mucho más grande. Saludos.29 marzo 2016 a las 10:58 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroAlguna vez, cuando la mente está más arremolinada, uno parece que hace «click» o tiene un insight, y por una vez el panorama se aclara. Algo así me pasó hace unos días, a las tantas de la noche, cuando parece que las piezas encajaron con la ayuda de algunas ideas sacadas de Internet:
http://www.psychologytoday.com/blog/beyond-the-doubt/200910/the-uncertainty-paradox La Paradoja de la Incertidumbre. Es la idea básica de la EPR que seguro que conocéis, pero la comparación con la persona que se da un baño en agua helada a mí me ayuda. Por ejemplo, es una imagen de algo físico, en lo que interviene el cuerpo. Cuando pienso en cómo realizar una exposición pienso en esta imagen para, por ejemplo, hacerla progresivamente, sin riesgo para la salud, o pensar que la ansiedad e incertidumbre se reducirán, tan seguro como que el cuerpo se acostumbra al agua helada.
http://www.youtube.com/watch?v=wK3G03WPwxs&list=PL2ADA7A35723646F6&index=1 Algunos consejos de este Mark Freeman me están sirviendo. Por ejemplo: «#8:be unreasonable» (no seas razonable, sé irracional), en el sentido de hacer lo que hay que hacer sin hacer caso a las razones que nuestro cerebro va a fabricar para desviarnos del objetivo, que son parte del trastorno. O «How do I get motivated to beat OCD?» (¿Cómo motivarse para vencer el TOC?), sobre no esperar a estar motivado, porque creamos un obstáculo más,intermedio, entre nosotros y la acción…
Ojalá a alguien le sirva esto también de inspiración. Espero que el idioma no sea un obstáculo. Saludos.23 marzo 2016 a las 17:06 en respuesta a: Anafranil es imprescindible?Yo tomo Venlafaxina, que según la Wikipedia se demostró en un estudio que es igual a la clomipramina (Anafranil) para el tratamiento del TOC y con menos efectos secundarios. El Anafranil también lo tomé en su día, en esos ya lejanos principios de los noventa.
17 marzo 2016 a las 18:59 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroGracias por la respuesta, Vitali. En realidad ya había cambiado de «lema» otra vez… (pues lo de «buscar sentirme mal» ha sido un lema más, y -tienes razón- no muy sano que digamos). Ahora estoy abordando el asunto recordando que el TOC puede verse como una forma de enfrentarse a la incertidumbre.
«…el TOC era antiguamente conocido como la enfermedad de la incertidumbre. Todos los sufridores del TOC básicamente buscan eliminar la sensación de incertidumbre. La diferencia con las personas normales, es que estas siempre que surgen, la aceptan. en cambio los sufridores del TOC, tratan de eliminarla a toda costa, principalmente a través de rituales…»
«…La constante exposición a situaciones de incertidumbre, hace que nuestro «Músculo» mental de resistencia a la incertidumbre vaya creciendo, y en un tiempo, sea lo suficientemente voluminoso como para aceptar cualquier situación en tiempo récord.»
(«Esencia de la Terapia de Exposición y Respuesta»)Así, cuando me viene la necesidad de apoyarme en un «lema», recuerdo que éste no es sino una forma de evitar esta incertidumbre (a través de un principio de conducta u objetivo claros) y trato de no adoptarlo. De esta manera confío en desarrollar con el tiempo el músculo para reducir la esclavitud respecto a estas ideas obsesivoides.
O sea, el único «lema» que me permito es el que me pueda llevar a desactivar la misma necesidad de lemas: «soportar la incertidumbre, ambigüedad o inseguridad», lo que me lleve a habituarme progresivamente a vivir sin estas ideas fijas tan pelmazas, que absorben demasiadas energías.10 marzo 2016 a las 19:32 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroSigo tratando de exponerme a la ansiedad y la incertidumbre, pero sigo necesitando un «lema» incluso para esto.
Otra pregunta hazte: «¿Existe un lema, que me haga sentir mal?» Pues elige ese lema.
Como creo que mi rigidez y escrúpulos son parte del problema, estoy intentando seguir un «lema» que me haga sentirme mal desafiando estos escrúpulos absurdos, buscándolos incluso. A veces basta con pensamientos, o con tratar de ser más flexible en general, para desafiar esta rigidez. La culpa e inseguridad que esto me provoca, y el malestar, es a lo que quiero habituarme para que vayan disminuyendo con el tiempo.
Incluso, aunque parezca muy pueril, me sirve de inspiración este enlace: http://www.recursosdeautoayuda.com/10-consejos-para-sentirse-mal/ ¿Es una forma de «intención paradójica»?: tender a lo que precisamente quiero evitar para desmontar la ansiedad que me provoca. Tratar de familiarizarme con lo temido al menos en el pensamiento para que pierda parte de su fuerza.10 marzo 2016 a las 18:28 en respuesta a: Existe una cura para el TOCMuy bueno el vídeo! Muy interesante. Gracias!
29 febrero 2016 a las 21:23 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroContinúo siguiendo tus últimas indicaciones del 16 de febrero, Vitali. Me va bien. Siento ansiedad pero sé que la ansiedad no mata. Supongo que el cambio de actitud (el haber pasado de hacer cualquier cosa para huir de la ansiedad a casi buscarla) dará resultados a la larga.
Además, ya noto una mejora en mi funcionamiento diario, porque no rehuyo tareas de las que antes huía por el motivo de que acrecentaban dicha ansiedad.
He dado algún paso concreto como apuntarme a una oposición que no creo que saque, pero que me permitirá practicar el enfrentarme a situaciones ambiguas (presentarme sólo por probar, sin dedicarle el 100% del tiempo) y estresantes como es el estudio para mí.22 febrero 2016 a las 19:07 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroLa ansiedad está alta. Obsesiones-lemas no hay, lo que más se parece al «lema» es el criterio de no hacer lo que nos podría tranquilizar. Como de costumbre, la ansiedad es provocada a veces por nimiedades o escrúpulos ridículos, pero ahora en lugar de huir de ella la trato de soportar sin más, o la busco incluso.
Estas nimiedades son del estilo de enfrentarme a tareas que me inquietan o escribir mensajes de guasap como si no me preocupara decir algo inconveniente o quedar mal, por ejemplo. Pero ya supone sustituir parte de las elucubraciones por ansiedad, con la intención de hacer lo mismo en otras situaciones que se me vayan presentando18 febrero 2016 a las 18:31 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroAprecio tu sinceridad y claridad, Vitali. Gracias. Ahora estoy siguiendo las indicaciones de tu última entrada y a ratos sintiendo una ansiedad no desbordante pero significativa. Es un criterio bastante claro que espero me ayude a no enredarme con mi «lemalandia». Espero ir exponiéndome a situaciones cada vez más estresantes (incluso objetivamente, porque actualmente muchas situaciones que me provocan ansiedad y obsesiones son insignificantes).
15 febrero 2016 a las 22:16 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroMe estoy rallando poco a poco, saturándome por momentos del «lema» actual y sintiendo bastante aridez. Hoy no he salido de casa en todo el día y eso también se nota. Me entran dudas: de si realmente estas obsesiones cambiantes no será que las busco porque en el fondo me gustan. Si en realidad no son lo que me entretiene y me mantiene en movimiento en la vida, de modo que debería aceptarlas sin más (como me dijo una vez un psiquiatra que tuve). U otras dudas de si realmente la «foto fija» que mantengo, el «lema» actual, es «the one», el adecuado para mantenerlo toda la vida. Argumentos todos estos que en el pasado me hubieran servido para romper la baraja una vez más y repartir nuevas cartas. O sea, para adoptar otro «lema-obsesión» distinto; ya -ahora sí- «el definitivo».
Gracias por la atención.14 febrero 2016 a las 15:31 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroLlevo ya unos días con este objetivo de frenar la sucesión de obsesiones cambiantes, y hoy por ejemplo ya he sentido hartazgo y ganas de romper con el «lema» actual y cambiarlo por otro propósito, pero lo he resistido (de momento). De momento esta evitación de cambiar de «lema» no me ha provocado un gran malestar.
Durante el día no tengo machaqueo con canciones o frases como en días y semanas pasados. Uno de los pilares de mi encuadre actual, lo de «hazlo lo mejor que puedas», me sirve de estímulo para aprovechar el día un poco más.
Tengo en la nevera algún propósito de tipo religioso, que ha sido desde siempre para mí terreno minado. Fuente de ayuda y sentido y buen valor al que apuntar, pero también con sus inconvenientes y complicaciones si la mente se enreda con él, cosa fácil hasta ahora. Por eso lo tengo en la nevera, madurando. No me debe servir para reemplazar a mis «lemas» actuales, pero puedo incorporarlo como un valor al que apuntar con todas las prevenciones necesarias.
Muchas gracias.10 febrero 2016 a las 08:28 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroHan pasado algunos días en los que he tenido dificultad para conectarme y, para seguir la costumbre, mi cabeza ya estaba en otro «lema» u obsesión, haciendo que lo escrito en mi última entrada pareciera de otra década.
Tu consejo, resistir y no cambiar, me parece dificilísimo. Lo primero sería tomar una «foto fija» de qué es aquello de lo que no quiero moverme. No sólo el «lema» que monopolice mis pensamientos corrientes sino también cuál es el camino más amplio a seguir del que no me voy a desviar. Y para lo primero al menos lo mejor creo que es no moverme del último post que escribí y del «hacerlo lo mejor que pueda» y el «orientarme hacia valores».
En cuanto al camino más amplio, creo que lo mejor es lo más evidente, lo más cercano, lo menos «raro», en las áreas de trabajo, estudio, religión… Lo iré concretando, pero con esta idea en mente.
Es significativo cuando dices, Vitali:Lo divertido era ver los años que habia perdido sin hacer nada y lo que podia haber hecho, aunque luego no le hubiera gustado
Así es. Es preferible hacer algo, casi cualquier cosa, a estar empezando de cero a cada momento, como si el tiempo del que disponemos fuera infinito…
Espero que este diario de seguimiento me ayude a soportar el malestar y las tentaciones a seguir la línea de menor resistencia y… empezar otra vez.
Muchas gracias10 febrero 2016 a las 08:21 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroHan pasado algunos días en los que he tenido dificultad para conectarme y, haciendo honor a lo mío, mi cabeza ya estaba en otro «lema» u obsesión, haciendo que lo escrito en mi última entrada pareciera de otra década.
Tu consejo, resistir y no cambiar, me parece arduo y dificilísimo. Lo primero sería tomar una «foto fija» de qué es aquello de lo que no quiero moverme. No sólo el «lema» que monopolice mis pensamientos corrientes sino también cuál es el camino más amplio a seguir del que no me voy a desviar. Y para lo primero al menos lo mejor creo que es no moverme del último post que escribí y del «hacerlo lo mejor que pueda» y el «orientarme hacia valores».
En cuanto al camino más amplio, creo que lo mejor es lo más evidente, lo más cercano, lo menos raro, en las áreas de trabajo, estudio, religión… Lo iré concretando pero con esta idea en mente.
Es significativo cuando dices, Vitali:5 febrero 2016 a las 16:30 en respuesta a: Diario de un obsesivo puroLlevo unos días bastante aceptables. El vídeo que me recomendaste, Vitali, me está sirviendo mucho, y el orientarme hacia los valores también. Me siento más estimulado y hago más cosas. Hasta aquí lo bueno.
Me mantiene en guardia que ahora mis «lemas», obsesiones, que me ocupan la cabeza, son estas mismas ideas de «hazlo lo mejor que puedas» y «orientarse hacia los valores». Mientras me funcionen no tengo ningún problema; lo malo es que se gasten y la obsesión siguiente me saque de mi camino o no me funcione tan bien.
Así, cuando tengo en mente los «valores» para tirar para delante, pienso en los evidentes, en los que ya vivo y que puedo tratar de hacer «lo mejor que pueda». Por ejemplo: cuidar las relaciones, con familia y amigos. Pero con otras cosas que me han pasado por la cabeza y que también añadirían valor, que implicarían una decisión consciente y tener que perseverar en un camino, me costaría mucho más mantenerlas una vez que el chicle hubiera perdido su sabor. Por ejemplo: meterme en un grupo religioso, o estudiar algo. Quizá ésta sea mi evitación: la de no ser capaz de mantenerme en un camino resistiendo las dudas que me aparecen sobre si es el correcto y desechando otros «lemas»-caminos que me aparecen y que me instan a romper y emprender otro diferente. No sé si esto es TOC de todas maneras, aunque sí limita claramente mi funcionalidad.
Este hipotético tipo de TOC obsesivo puro mío, de temas cambiantes, lo vi descrito por primera vez hace unos días en un blog http://robertlindsay.wordpress.com/2012/01/02/various-subtypes-of-pure-o-ocd/:
«Theme change: Often one theme is completely abandoned for another theme. The old theme will be dropped 100% as someone goes on to a new theme and completely blows off the old one and even laughs about it.»
Saludos y muchas gracias.
), y cuando hayas cansado de «adorar» al demonio y seas capaz de echarte cuatro risas al respecto tendrás la paz de Dios y estarás curado, confío. Dios -si es que existe- tiene que ser mucho más grande. Saludos.