Caro

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  • en respuesta a: Mi historia
    Caro
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      Registered On: 25 abril 2014
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      Pues en estos momentos la única compulsión que tengo es a la hora de meterme a la cama y poner las zapatillas bien. Primero tengo que colocar las zapatillas bien teniendo un buen pensamiento y luego tengo que entrar en la cama y taparme teniendo otro buen pensamiento. Lo consigo rápido y normalmente no lo tengo ni que repetir. Y  a veces, cuando subo a mi perro a la cama conmigo, porque ya está muy viejo y no puede subir solo, pues también tengo que pensar algo bueno, porque si no me da como que se puede morir aquella noche misma, o yo qué sé. Pero eso solo me pasa algunas veces.
      Y nada más. Hay épocas que he tenido más, que he comprovado bastantes o muchas más cosas. Pero aun así nada comparado con cuando tuve 11 años, que estaba toda mi vida desontrolada y toda ella entera eran rituales.
      Ahora voy y vengo, pero siempre dentro de unos limites controlados. Tal vez en 6 meses comprueve 4 cosas más que ahora y luego vuelva a dos y luego pase a 8 y luego a 4 y luego a 2, pero nada que interfiera seriamente en mi estabilidad como lo hacen los ataques de nervios o como lo hace el gastar todas mis energías solamente en una cosa o idea que me obsesiona, como el amor, por ejemplo.

      Evitar pues no, no evito nada en este momento.

      Miraré de leerme este libro que me recomiendas^^

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        Registered On: 25 abril 2014
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        Hola Vitali,

        muchas gracias por todos tus consejos. Eres muy amabe. Sin embargo, veo que no se me ha entendido. El ejemplo de la taza del water, del levantarme a pesar de las mil angustias que esto me genere, es perfecto, pero para los rituales, y yo ya te he dicho que los rituales los mantengo a raya. Triste es decirlo, pero todo esto lo aprendí yo solita con 11 años. Imaginé una especie de demonio, una sombra abstracta que estaba detrás de mí como obligándome a hacer una serie de cosas, como haciéndome su esclava. Y empecé a aguantarme y a no hacer lo que me apetecía y a darme cuenta que no sucedía nada, y que si sucedía, quizás era mejor que lo hiciera que pasar la vida pendiente de ese demonio.

        Pero, como te digo, lo que me preocupa ahora no son los rituales, no son compulsiones concretas. Es mi forma de obsesionarme con todo, no con pequeños actos ligados a un pensmaiento, sino con un chico, con un trabajo, con la idea de ser madre, con comprarme no sé qué… , con lo que sea, hasta el punto que todo el resto desaparece y toda mi energía va depositada en aquello exclusivamente. No saber encontrar puntos medios y llevarlo todo a los extremos. Y no saber controlar la rabia, la frustración y la impotencia que hacen que me den esos ataques de nervios que nada tienen que ver con rituales o con levantarme del vater o cerrar y abrir un interruptor.

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